¿Cuántos casos llegan a injustas condenas por no existir un video y una testigo determinantes?
Nuestro cliente, de ciudadanía italiana – norteamericana Daniele Shackleford, fue acusado de abuso sexual con acceso carnal por parte de una ciudadana inglesa Zoe Northam en febrero de 2024 por un hecho supuestamente ocurrido en un Hostel de la Ciudad de Mendoza.
Luego de producida la investigación por parte de la Fiscalía, se determinó que “el hecho denunciado no ocurrió”, y así lo dictaminó el órgano acusador y la Fiscal jefe.
Esta investigación, a diferencia de otros hechos similares en los que se acusa falsamente a personas inocentes, tuvo dos particularidades a favor del acusado que le permitieron obtener una resolución favorable, sin las cuales su suerte hubiera sido otra.
La primera, es que gran parte de los hechos denunciados como abuso quedaron registrados en el sistema de grabación de las zonas comunes del Hostel, determinándose, luego de ver los videos, que no consistían en hechos de abuso sexual.
La segunda, es que los supuestos abusos fueron descartados por la declaración testimonial de una mujer que compartía la habitación en la que se produjeron los hechos investigados.
La conclusión es que, a esta persona inocente y acusada falsamente de haber abusado a la denunciante, la salvaron los videos y la presencia de otra persona en una habitación compartida, que pudo declarar y desmentir la acusación.
Este tipo de casos penales, que por lo general se cometen en la intimidad, sin testigos ni videos, son de muy difícil resolución por la falta de pruebas directas. En ese sentido, si bien suele creerse la versión de la víctima, y es correcto que así sea, debemos ser muy estrictos en el análisis posterior de esa declaración ya que también existen casos, como el que nos ocupa, en los que se denuncia falsamente.
Ante la inexistencia de prueba directa, debe recurrirse a lo manifestado por la víctima en la denuncia, versión que puede o no ser cierta. Por nuestra experiencia, en la mayoría de los casos lo es, y en otros la denuncia es falsa y busca otros objetivos.
¿Qué hubiera ocurrido en nuestro caso sin la existencia de videos y de una testigo clave? No lo sabemos. Pero su resolución hubiese demorado mucho más tiempo, con una persona detenida injustamente mientras dura el proceso, y al dictarse la sentencia, es altamente probable que hubiese sido condenatoria.
El análisis de la prueba pericial psicológica, recurso al que se remite la investigación para demostrar la veracidad o no de las denuncias, debe ser utilizado de forma prudente ya que se trata de una ciencia basada en probabilidades, con amplios márgenes de error, que permiten llegar a sentencias injustas cuando se cree en la denuncia de manera más dogmática o automática que analizada sin prejuicios.
El caso que nos ocupa es demostrativo. La denuncia era falsa. Y se pudo probar por la existencia de videos y de una testigo clave. En la mayoría de los casos no existe ni video ni testigo clave. Dilucidar si el hecho denunciado es verdadero o falso cuesta mucho, y requiere soluciones científicas, serias, no dogmáticas ni prejuiciosas. Existen demasiadas condenas injustas por abusos sexuales que no ocurrieron.